domingo, 23 de noviembre de 2008

El Plan de Calidad de la Enseñanza

(Reproduzco aquí una carta sin firma que ha llegado hace unas semanas a mi correo electrónico, publicada también en varios periódicos digitales de educación).

Carta de un docente

Llevo diez años dando clases, concretamente en secundaria. Me encanta mi profesión (me refiero a la tarea de enseñar) aunque últimamente no lo estoy pasando muy bien. Veo como la administración poco a poco ha ido sumando "pequeños añadidos" y presiones a nuestro trabajo que, aisladamente, no significarían mucho, pero cuya suma se está convirtiendo en una tarea desagradable, tediosa, de poca utilidad práctica, puramente administrativa y que me está quitando tiempo para preparar mis clases de la mejor manera que sé.

Es decir: sé hacerlo mejor de lo que lo hago actualmente, pero no me dejan tiempo, porque vivo inmerso en un papeleo sin fin dando explicaciones por escrito de lo que hago, de lo que dejo de hacer, de por qué lo hago, de cómo evalúo lo que hago, etc, etc. Y no me estoy refiriendo a las programaciones, no. Me refiero a la grande y creciente cantidad de planes ideados por nuestra consejería de educación, a saber: plan de igualdad, proyectos TIC, planes de autoevaluación y mejora, escuelas espacio de paz, días de celebración obligatorios, conmemoraciones obligatorias varias, informes requeridos por las diferentes actuaciones del servicio de inspección, pruebas de diagnóstico, etc.

No haré una lista de la enorme cantidad de trabajo burocrático que también crece año a año. Creo que todos somos conscientes de ello. Lo que motiva este escrito es la flamante Orden de Incentivos tramada por los "responsables" educativos. Creo que ya es hora de que nos plantemos. Hemos tragado demasiado y ahora nos vienen con esta insultante y peligrosa iniciativa.

Insultante, porque, a fin de cuentas, nos culpa del fracaso del sistema, porque nos dice que no buscamos la excelencia en nuetro trabajo, porque asume que aún nos queda tiempo libre para hacer más cosas. Porque, aunque suene un poco fuerte, suena a soborno refinado ("yo te pago más y tú me cambias mis fastidiosas estadísticas").

Peligrosa, porque va a dividir los claustros aún más de lo que están. Porque generará más burocracia, más "reunionitis" y más control. Porque si finalmente el porcentaje de "éxitos" aumenta, asumimos que la culpa era nuestra. Porque si finalmente el porcentaje de "éxitos" aumenta, la opinión pública se nos volverá aún más en contra si cabe ("mira éstos cómo pasan la mano por dinero").

Propongo -más bien, sueño- que todos los centros educativos de Andalucía o, al menos la gran mayoría, diga no a este disparate. Creo que está en juego algo más importante que los famosos 7000€. Está en juego nuestra dignidad y no debemos venderla.


¿Creéis que la postura de este profesor es demasiado radical?

¿Cuál es vuestra opinión sobre el nuevo Plan de Calidad de la Enseñanza en Andalucía? ¿Os parece el complemento de productividad una medida acertada?

¿Qué medidas plantearíais para mejorar la calidad de la enseñanza en nuestra Comunidad? ¿Y en nuestro Conservatorio?


Para ampliar información:

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estoy completamente de acuerdo con este hombre. En el tema del papeleo no puedo opinar porque yo no lo he vivido nunca, pero sí que estoy del lado de su opinión sobre la orden de incentivos. Creo que ésta:

1)Va a provocar un descenso en la calidad de la enseñanza, ya que algunos profesores pueden pensar: pongo mejores notas y cobro más. Pero eso hace que alumnos que no saben puedan pasar de curso y, al hacerlo, los estamos igualando a los que saben de verdad.
2)Es un enmascaramiento de la incompetencia que tienen nuestros representantes con respecto a la enseñanza. Es ayudarles a esconder sus errores, así que debemos ir en contra de esa orden.

De todas formas, no soy profesor. Con lo cuál ellos sabrán opinar mejor que yo sobre este asunto.

Anónimo dijo...

Yo pienso que este profesor esta en todo su derecho de reclamar su inconformidad frente al numeroso papeleo al que debe responder, sin ser de utilidad para el objetivo de su profesión de enseñar y educar a los alumnos.
Es verdad que algunos profesores estarán totalmente a favor, y pensaran que poniendo mejores notas tendrán mas sueldo, por lo que el nivel de conocimientos disminuira notablemente y los niños cada vez sabrán menos. pero todo se parará cuando tengan una prueba de conocimientos como por ejemplo selectividad, y entonces destacarán los que todavia no tienen el nivel necesario para enfrentarse a una carrera, pero no solo por ellos de no hacer o estudiar lo suficiente, sino por culpa también de aquel profesor que solo le interesaba el dinero y no exigia lo necesario.
Yo estoy en contra de esto, porque si los profesores ven que va bien, el nivel cada vez caerá más para el bien de sus beneficios, y esto es algo que en la educación no se puede tolerar, ya que es tan importante como que estos niños sin nivel, son los que llevarán el pais en el futuro.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con este profesor así como con mis compañeros. Esta nueva orden sólo puede llevar al fracaso.
Por un lado, aquellos docentes que no se tomen en serio su trabajo y estén movidos por el dinero, pasarán la mano a alumnos que en definitiva, no han adquirido los conocimientos estipulados, y esto, tarde o temprano pasará factura, pues no solo están los exámenes parciales (los cuales la gran mayoría aprobarán), sino otros tipo selectividad, que dejarán al descubierto la verdadera cara de la moneda, así como no los preparán adecuadamente para la vida futura.
Y por otro lado están los que rechacen esta ley, que pueden sentirse ofendidos, ya que pone en duda sus métodos de enseñanza y les hecha la culpa a ellos del fracaso escolar.
Tampoco veo bien que a los profesores se les llene de papeleo, pues, como dice el autor de este texto, les quita tiempo a la hora de preparar bien sus clases y esto también es perjudicial para los propios alumnos.

Anónimo dijo...

Personalmente creo que la idea es una especie de "encerrona" y de justificar por qué se va a dar ese dinero.
De todas formas, cada profesor va a seguir haciendo su trabajo de la misma manera que lo hacían, sólo que con más dinero. Pero esto lo que causa es que los profesores tengan más trabajo y tengan que justificar cada paso que dan.
Aquí se olvidan algo importante: para subir los niveles, no sólo hay que incentivar a los profesores, sino también a los alumnos y a sus familias, porque de poco sirve trabajar sólo desde una parte: la parte de los profesores.
Dentro de un mismo centro puede haber quien se haya o no acogido al plan de calidad y si es mayoría, el centro lo va a llevar a cabo. ¿Es que acaso el que está en contra no va a hacer su buen trabajo profesional y contribuir tambíén a subir el nivel?

Anónimo dijo...

En lo que al papeleo se refiere no he conocido a ningún profesor que no se haya quejado por lo tanto como alumno y desconociendo hasta que límites insospechados llega ese papeleo me sumo a la quejas de la mayoría de profesores que conocidos.
En el tema del incentivo creo que lo se busca es una forma de tapar el problema de forma inminente pero no efectiva ni mucho menos. Solo sirve para tener la conciencia tranquila y dejar de ver malas estadísticas sobre los papeles. Porque el profesor que pasa la mano y no fomenta la educación lo seguirá haciendo y esta vez con una recompensa lo que incitará a otros profesores a hacer lo mismo, en otras palabras a venderse, y más ahora en tiempos de crisis.

Anónimo dijo...

Creo que se deben aguilizar todo lo referente a los "papeleos" y así tendrian más tiempo para preparar las clases y dedicar más tiempo a la enseñanza.
El complemento de productividad creo que es una medida muy poco acertada o nada acertada. Los 7000 euros es una especie de chantaje, y además será tema de discusiones y descordinación dentro del mismo equipo educativo.

M.Asunción Peralías Quesada dijo...

Creo que la postura de este profesor es buena y ojalá todos los profesores pensaran como él y así el nuevo Plan de Calidad de la Enseñanza en Andalucía mejorara ya que no es muy bueno.

Con el complemento de productividad estoy totalmente desacuerdo ya que se culpa del fracaso escolar a los profesores y se intenta de hacer un poco de soborno a los profesores. También crearía mucho desacuerdo entre los profesores y los claustros y eso no es bueno.

Una de las buenas medidas para mejorar las enseñanzas en nuestra comunidad sería habilitar más centros de estudios y mejorar las instalaciones porque a lo que se refiere en nuestro conservatorio eso cada vez está peor ya que casi no cabemos y las intalaciones van por año cada vez más deterioradas y mucha falta de material en las aulas.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el,porque en el sistema educativo de hoy dia,preocupa mas los papeles que los resultados.

Como es posible que haya miles de claustros, de reuniones varias,etc,etc,y al final el resultado es cada vez mas indice de fracaso escolar.

En muchos casos los perjudicados somos los alumnos,porque perdemos clases gracias a los claustros,reuniones de consejo escolar planeadas para un recreo y que se termina porque suena la sirena de ultima hora,y la unica conclusion es:alumnos representantes del consejofaltando a clases,profesores flatando a dar clases y personal no docente dejando de hacer sus labores.

Creo q se deberian de fijar mas en otras cosas que en hacer tantos proyectos,reuniones y cosas que a fin de cuentas lo unico que hacen es perjudicar al alumnado.

Anónimo dijo...

No vivo de cerca el papeleo que puedan llegar a tener los profesores como el autor del texto pero francamente me he quedado sorprendida con el tema a tratar. No sabía que se pudiera caer tan bajo ofreciendo dinero a cambio de más éxitos en la educación. A nivel interno esto no funciona, o si no, ya veremos en el próximo informe PISA. Sería por cierto también curioso que se hiciera un informe PISA de la enseñanza en los conservatorios...Si esto es así, tiene todo derecho del mundo a quejarse, cada vez los planes son peores y la única solución que se pone es cambiarlo a más "bonito" y menos útil. Lo que hay que hacer es facilitar al alumno el estudio, desde el principio creándole una disciplina y consiguiendo que ame dentro de lo cabe lo que tenga que estudiar y no más y más asignaturas de las cuales ninguna se llega a dar bien ni siquiera a acabar el temario y que se olvidarán una vez acabe el alumno su examen. En el conservatorio es más difícil cambios que ayuden al éxito del alumno. El trabajo del músico ha de hacerlo él mismo, ha de crearse una disciplina y aprender a estudiar, cosa que aunque parezca increible también puede enseñarse en los conservatorios si se empezase con clases del instrumento todos los días y un año preparatorio de solfeo aunque se reduciera solfeo a 5 años sin incluir el primero preparatorio. Pero claro, como hemos agotado los famosos 7000€, ya no queda dinero para poner más plazas para profesores en conservatorios.

Anónimo dijo...

No creo que la opinion de este profesor sea tan radical puesto que solo viene a decir que no le gustan que lo tachen de inepto por culpa de los resultados de las estadisticas de los alumnos, pero esta postura la tendria cualquier persona si un informe apunta sus malos resultados y culpabiliza totalmente a el de los malos resultados.
En cuanto a su exposicion sobre el interminable papeleo al que estan obligados los profesores a completar desconocia hasta este momento que debieran realizar pero si que me parece una carga demasiado burocratica si de lo que se trata es de enseñar no de llevar tantas iniciativas todas de una sentada.
En cuanto al plan de incentivos me parece, al igual que al autor del texto un chantaje para los profesores porque parece que solo se quiere que se cambien las esadisticas en vez de que se invierta en la educacion que es la que se nos interesa y es lo mas importante. Siempre hay mejores cosas para lograr que esas estadisticas cambien y no el chantaje por dinero a los profesores porque al fin y al cabo son los alumnos los que fracasan y no porque los profesores no sean capaces de ensañar sino que los alumnos quizas vean otras cosas en la sociedad que hagan que no les motiven continuar en la escuela.
Y ni que decir tiene que ese plan de incentivos plantean muchas dudas en cuanto a su forma de ejecucion y a que profesores va dirigido y mas aspectos sobre esta.
En cuanto al conservatorio deberian haber mas propuestas de profesores de renombre que acudiesen a dar masterclass ademas de que los profesores que trabajen en orquestas no puedan dar clases en los conservatorios puesto que al fin y al cabo son personas que estan en el mundo laboral y son las que conocen que se exigen en el y que mejor que ellas para profundizar en ciertos aspectos que no se pueden alcanzar en los conservatorios.

Anónimo dijo...

La visión de este profesor anónimo la considero totalmente acertada ya que es increíble que se gaste tantísimo tiempo en el papeleo burocrático que en lo que realmente trabajas.

Además la enseñanza lo es todo. Un profesor tiene una gran responsabilidad. Me parece poco apropiado malgastar su tiempo con otras actividades. Ya que él es el responsable de la educación del futuro en muchos aspectos. Y la manera que tenga de impactar al alumno será decisiva para su formación.

La Orden de incentivos, al igual que el autor, me parece un insulto para los profesores ya que de alguna manera, lo que te está diciendo es que si no enseñas bien, es porque no quieres, pero si te pagamos más, lo harás. Quizás haya profesores que realmente se hayan dado cuenta de que es cierto, de que no están lo suficientemente motivados y que ese incentivo es una motivación férrea. Pero sinceramente, no creo que sea un porcentaje muy alto de personas.

Lo cierto es que no sé qué medidas se podrían tomar para mejorar la calidad de la enseñanza. Ya que el hecho de estudiar, de ser un buen estudiante, no es sólo responsable la escuela, sino la educación impartida por tus padres, tu familia. La influencia de tus amigos... No hay nada que no sea relevante. Hay un profesor mío que solía decir "Dime con quién te juntas, y te diré si estudias" y considero que, aunque como en todo hay excepciones, hay mucha verdad en esa frase.

Anónimo dijo...

Este profesor expone una situación particular que desgraciadamente está muy extendida pues es cierto que la burocracia es un gran obstáculo ante cualquier proyecto en el que un profesor quiera participar, pero este problema,el de la burocracia y de la Administración en general es un problema que sufrimos todos en muchos campos de nuestra vida.
Es cierto que un profesor debe dedicarse a enseñar a sus alumnos y no a justificar sus actos ante una administración que impone las normas y a veces deja poco margen de actuación a los profesores, pero también debe existir un control de 'calidad' por así llamarlo, aunque pienso que ese seguimiento debería partir del propio centro. Digo esto porque pienso que deberían ser los propios implicados en el proceso de enseñanza (alumnos y profesores principalmente) los que se deben preocupar en mayor medida de la calidad de este proceso.
Este profesor no es radical, expone su punto de vista desde su realidad, y se ve desbordado ante la cantidad de papeleo que se le presenta ante cualquier iniciativa que plantee.
Por otro lado, el Plan de Calidad andaluz plantea un interrogante que es: ¿verdaderamente se pretende conseguir la calidad en la enseñanza?, sinceramente, pienso que la calidad no es sino un objetivo secundario o una simple consecuencia posible tras su implantación. Estoy de acuerdo con este profesor y no me parece acertado el plan ni el famoso complemento de productividad un verdadero incentivo para el profesor a la hora de mejorar su enseñanza: hay otras muchas maneras de conseguir que los alumnos aprendan mejor que diferenciar entre profesores productivos e improductivos.
Para mejorar la calidad en la enseñanza, y empezaré desde abajo, creo que hay que diferenciar entre conocer, aprender y estudiar. Los niños más pequeños deberían conocer para después aprender, y más tarde aprender a estudiar para finalmente ser estudiantes de verdad, con una disciplina con la que sean capaces de asimilar conocimientos.
Finalmente, pienso que para que la enseñanza en España y más concretamente en Andalucía sea de calidad no vale con aplicar parches sino que se necesitan reformas coherentes y otra cosa muy importante y más difícil de conseguir: considerar la educación algo fundamental para el futuro de una sociedad.

Ángel Muñoz Retamero dijo...

Estoy de acuerdo con este profesor. Yo pienso que no se le deberian sobrecargar de papeleos, ya que su función no es esa, sino la de enseñar y educar a los alunnos. Esta serie de papeleos quita tienpo al profesor de las preparaciones de sus clases, con lo cual perjudica al alunnado al no poder dar las clases lo mejor que saben.

Respecto a lo de los "7000 euros", me parece muy mal, porque el profesor que no se tome en serio su trabajo aprobara a los alunnos para conseguirlos.

Perjudicaria también al alunnado ya que el nivel decenderia, al aprobar alunnos que no adquieren unos conocimientos adecuados a su nivel.

Anónimo dijo...

En cuestión de lo expuesto por este profesor, estoy totalmente de acuerdo con él, aunque no he vivido el papeleo en mi propio ser, se de parte de profesores de mi centro de educación secundaria que el papeleo impuesto por la administración es excesivo.
Mi opinión sobre el nuevo plan de enseñanza se aproxima mucho al de este profesor, ya que, creo que la mayoría de profesores lo han hecho durante años lo mejor que saben y pueden, una parte de culpa del fracaso escolar la tiene la administración al pretender que se puedan dar clases y que los alumnos aprendan en clases superpobladas de alumnos.
También pienso, que si hay dinero para darles incentivos de 7000 € a cada profesor que se adjunte a esta ley de calidad, habría dinero para que en vez de pagar esos 7000€, se contrataran a más profesores, y con ello evitar la superpoblación de las aulas en algunos centros, ya sean de enseñanza obligatoria, bachillerato, como también en conservatorios.
Y de ese mismo modo sacar una ley en la cual pongan un número máximo de 25 alumnos por clases de los colegios e institutos, y un máximo de 15 en las asignaturas comunes en los conservatorios, ya que esa si seria una muy buena ley de calidad, al poder los profesores conocer más personalmente a los alumnos y ver en los puntos de su asignatura en los cuales decaen.

María Victoria Lunar García dijo...

Pienso que la actitud del profesor no es radical en absoluto. Creo que está bien que exista un control sobre el profesorado, pero no algo excesivo. Creo que el descenso en la calidad de la enseñanza no se ha producido por un mal trabajo del profesorado, sino por los continuos cambios que se producen en las leyes de educación. Un método de enseñanza no puede salir adelante ni funcionar si se producen cambios en él cada vez que gobierne un partido distinto. Las leyes se deberían crear a través de un consenso entre partidos políticos.

Otro problema que se une a éstos es el de que las personas que crean las leyes de educación no tiene ni idea de ésta. Para mí las leyes deberían ser creadas por personas cualificadas, que han estudiado sobre la materia, los profesores.

Estoy de acuerdo con la postura de indignación que toma este profesor ante la propuesta del incentivo a los profesores. Esto no contribuirá a la mejora del rendimiento escolar ni de la calidad de las enseñanza, sino que tendrá un resultado totalmente opuesto, ya que muchos niños podrían pasar a cursos superiores sin estar preparados, con lo que el nivel bajaría notablemente en comparación con otros lugares. Habría un gran número de titulados, eso sí, sin ninguna idea sobre lo estudiado. Como dije anteriormente, el problema no está en los profesores, sino en el mal planteamiento de las leyes y el incumplimiento de algunas de éstas, que han estudiado sobre la materia, los profesores.

Anónimo dijo...

Me postulo bastante en acuerdo con este docente, pues se expresa de manera humilde desde su experiencia, ejemplo de una realidad certera y que prolifera por numerosos centros de enseñanza de distinta índole.
Que se realice un cierto control sobre los criterios evaluativos, así como del desarrollo de las asignaturas impartidas, no es recriminable. Lo que si es recriminable es anular por esto de manera total la competencia del docente como entidad.
Admitir esto desde un consenso entre departamentos pero de una manera efectiva y aplicable (no como en la actualidad).
Por lo tanto estoy de acuerdo en este llamado síndrome de "reunonitis" en cuanto a que el número de estas es inversamente proporcional a la utilidad real de las mismas.
En cuanto a la "novedosa" iniciativa para mejorar la calidad de la enseñanza, me parece un insulto a los profesores y lo que me extraña es que los padres, alumnos y afectados en general no nos hayamos echado a la calle, manifestandono por la causa de tal ofensa que supone esta medida y con la que se muestra la demagógica actitud de los políticos y que me recuerda a aquellos "400 € para todo el mundo" que prometían antaño.
Partiendo de un compromiso general de mejorar la calidad educativa abogaría por el consenso tanto a nivel político, como en los propios centros, intentando esta conexión entre departamentos de manera que no se impartan las asignaturas aisladas unas de otras que limitan la visión intelectual del alumno, como en música (y lo digo de la propia experiencia)
Otra medida sería destinar estos fondos, no a incentivos particulares, sino generales para mejorar las infraectructuras.
Y lo fundamental, reducir el número de alumnos por clase, para mí sería lo básico y primordial, que agilizaría el proceso de aprendizaje en todos los sentidos, así como la dedicación por parte del docente a sus alumnos.
Aunque tristemente parezca una utopía, mi deseo sería integrar la enseñanza musical en la secundaria y primaria, de manera que existiera una coordinación por parte de ambos centros dignificando nuestro estudio y otorgándonos el derecho a una evaluación conjunta, como cualquier estudiante de cualquier especialidad.
En nuestro centro no sería tan difícil, pues se encuentra muy próximo al IES San Isidoro, que además se encuentra disponible tanto en turno diurno, como nocturno, facilitando esta posible coordinación.

Madrigalfagot dijo...

Yo pienso que lo expuesto por este profesor no es radical; estoy de acuerdo con él. Se entiende en parte que sea radical porque vive el problema en primera persona y, sobre todo, porque están interviniendo desde las altas esferas en la que es su profesión vocacional.
Como él mismo esboza, el Plan de Calidad no debería en ningún caso ir destinado a la nivelación igualitaria de todos los alumnos hacia un nivel inferior,reforzado esto por la aberración de ponerle un precio al hecho de que los profesores que puedan no estar de acuerdo pasen por el aro incentivados por los 7.000€.
El Plan de Calidad debería ir destinado al refuerzo de la solidez de nuestro sistema educativo. Una de las posibles maneras de reforzar esta solidez sería invirtiendo esta suma en nuevas tecnologías, en aumentar los catálogos de las bibliotecas de los centros o, en nuestro caso, en la compra de instrumentos, partituras, material didáctico, etc., e incluso a la contratación de un mayor número de profesores que evite la masificación de clases y el cambio de profesor cada año, lo que dificulta el aprendizaje musical de los alumnos por carecer de homogeneidad de criterios a lo largo de su evolución musical.

Antonio dijo...

Yo estoy totalmente de acuerdo con este hombre .La administración se quita el muerto de encima y se lo echa a los profesores, y no estando conforme de ellos también les insultan. En vez de mandarles tantos papeles deberían de unir las manos con ellos y apoyar a los profesores .No se trata de pagarles mas si aumentan el numero de aprobados sino de hacer una mejora de la enseñanza y no cargarle la culpa a los profesores ya que pienso que la tiene el ministerio de educación.

Anónimo dijo...

Tras leer esta carta, y habiendo hablado anteriormente sobre la Orden de Incentivos en clase y fuera de ella, tengo que decir que estoy de acuerdo con este profesor anónimo. De acuerdo desde el punto de vista de que es un insulto al profesorado, al que se le culpa directamente del fracaso escolar o la falta de interés del alumno. Esto no suele ser así, ya que pocos son los profesores, desde mi propia experiencia, que no tienen interés en sus clases o que no se preocupan por sus alumnos, no ya como un todo, sino individualmente. Tampoco el elenco de estudiantes está atiborrado de pasotismo e ignorancia, sino que hay casos concretos de estudiantes que, simplemente, no quieren estudiar. Bien es cierto que hay estudiantes a los que sacar buenas notas les requiere mayor esfuerzo que a otros, para los que estaría muy bien, e incluso sería necesaria, una mayor atención a la hora de impartir clases o corregir.
Lo que sí tengo muy claro es que la educación comienza en casa, y si desde ese momento no hay una base fuerte sobre la que edificar, todo lo que venga después será mucho más difícil. Con lo cual nos encontramos con un punto más a la hora de juzgar el resultado de la educación: los profesores, los alumnos, y los propios padres de alumnos.
Sin embargo, no estoy totalmente de acuerdo con lo que dice de renunciar totalmente a una recompensa económica por hacer una buena labor docente. En mi opinión debería hacerse, pero no de ésta manera: 7000 euros en un plazo de tres años que casi parece un chantaje. Sino que se considere la educación como un trabajo respetable social y económicamente, y que esté bien remunerado desde el principio, porque seguro que ningún profesor desea que sus alumnos fracasen, y seguro que la mayoría se esfuerza al máximo para que esto no ocurra. Por esto, debería estar bien considerado, ya que el profesorado de hoy carga con todo el peso de los profesionales del futuro.
Encuentro otras muchas razones más importantes que los incentivos económicos que servirían para mejorar la educación, a mi parecer, como serían: incluir un menor número de estudiantes por aula, ya que en la mayoría de los casos están masificadas; mejores instalaciones, acondicionamiento de las aulas al tipo de asignatura que se imparta en ellas; un mayor número de profesores de apoyo para todo aquel que lo necesite; sustituciones serias y rápidas, que no haya alumnos que se pasen un mes sin profesor; y soluciones eficaces a problemas “nuevos”, como pueden ser la inmigración, el idioma, familias desestructuradas… y todo aquello que es evidente para profesores y alumnos que se pasan los días dentro de los centros. Pero claro, eso no se ve desde arriba.

Volvoreta. dijo...

La visión de este señor respecto al tema es demasiado radical, incluso falsa. "Yo te pago más y tú me cambias mis fastidiosas estadísticas..."
Realmente esto no es así. Con los nuevos planes de calidad que se están llevando a cabo en algunos centros educativos andaluces lo que se pretende es MEJORAR. Más bien a lo que se quiere llegar es a un "Tú mejoras los aspectos negativos de tu centro (que conlleva, claro está, más trabajo para el profesorado), y, si lo haces bien, tendrás tu recompensa".
No considero la medida insultante, ni que plantee la posibilidad de culpar a los profesores de todo el fracaso escolar. ¿Peligrosa? El plan de calidad no sólo valora y trata al profesorado. Trabaja con numerosos aspectos del centro: instalaciones, organización del personal no docente, la forma de trabajar de los alumnos... Si se hace por mejorar todos esos aspectos, no sería tan de extrañar que el alumnado también pudiera mejorar. En un entorno adecuado las posibilidades de fracaso escolar podrían ser menores.
Por otra parte, este plan de enseñanza contempla aspectos muy interesantes acerca del funcionamiento de centros educativos. Es obvio que también "vigile" al profesorado, pero no por eso es indignante (como dice este hombre). No juega con la dignidad de los profesores. Es más trabajoso para todo el personal de un centro educativo el someterse a este plan, pero luego está recompensado económicamente. Esta manera de recompensar es bastante razonable, incluso atractiva.
Mi colegio está sometido actualmente a este plan y las mejoras del centro son claramente visibles. Y como apunté anteriormente, todo esto es bastante lógico.
Mi visión como alumna puede diferir mucho de la de un profesor, pero me ha sorprendido que muchos comentarios de alumnos condenen a este plan tan radicalmente.
Es parecido (en cierta medida) a las becas concedidas a los alumnos con mejores calificaciones; el primer año no pagan ni un euro por sus estudios… ¿Por ello son menos “dignos”?¿Es esta medida “insultante”, ya que podría cuestionar ( y la “opinión pública” estaría detrás de todo ello) que estos alumnos destacables sólo se esfuerzan movidos por una recompensa económica? ¿Divide a los alumnos esta medida?
Sólo es una forma de recompensar el trabajo bien hecho y el esfuerzo de las personas en su trabajo del día a día…En mi opinión todo esto es muy importante, ya que actualmente, estos aspectos son muy poco valorados por la “opinión pública” y por la sociedad en general.

Anónimo dijo...

Creo que la postura de este profesor no es para nada radical, todo lo contrario, está en todo su derecho de reivindicar su dignidad ante este soborno y tanto papeleo inútil y sin sentido que le quita tanto tiempo para dedicarse a lo que verdaderamente tiene que dedicarse, que es la Enseñanza.

Este nuevo Plan de Calidad de la Enseñanza en Andalucía es poco instructivo, porque ante esto, es cuando se llegaría al caos completamente debido a que ni el alumno estudiaría porque sabe que va a estar aprobado y ni el profesor se esforzaría en enseñar a los niños ya que si aprueba a los alumnos, cobrará más.

Por eso me parece que esta medida es lo peor que podían hacer porque ni el alumno aprende ni el profesor se esfuerza. Las medidas que yo plantearía serían pues clases de refuerzo o apoyo (que se imparten actualmente), que los profesores se esforzaran en explicar bien los temas para que los alumnos asimilen los conceptos y no que se líen a correr y dar tanta cantidad de temas para acabar a tiempo, motivar a los alumnos y ayudarles y hablar con los padres de los alumnos para que ellos también los motiven, etc.

Y en nuestros conservatorios propondría, por ejemplo, ampliar las clases de piano complementario (15 min.) porque no da tiempo prácticamente a nada, ampliar las clases de repentización y transporte, ampliar las clases de instrumento principal en el Grado Elemental...

Anónimo dijo...

Primera cuestión:

No considero radical la opinión de este docente, porque está pidiendo que no se culpe a los profesores ni se les ponga más en contra de la opinión pública, además de quitar el "excesivo papeleo burocrático" del sistema que a este docente impide realizar con normalidad su trabajo.

Segunda cuestión:

Considero no oportuna la medida económica y sí a otro plan en cuanto al cambio de estadísticas de la calidad de la enseñanza. Puede que se de el caso de haber profesorado no cualificado pero no siendo así, no todo estaría en manos, o más bien a espaldas de arreglarse, de los profesores, ya que las infraestructuras también influyen en la educación y en su calidad.

Pienso que no se tienen en cuenta muchas cosas a la hora de hacer leyes para la educación. Hacen una idealización y hasta a base de ensayo y error educativo, no se llegará a la ley perfecta como buen funcionamiento de todo el entramado educativo.

Tercera cuestión:

No me parece acertado el complemento de productividad, porque da pie a peores consecuencias, como tener estadísticas falsas y personal ignorante.

Cuarta cuestión:

Medidas: 1) Pienso que no hay mejor educación primaria que la de los padres/madres y luego una vez en el colegio, buena relación entre padre/alumno. (Pues esta medida también tiene polémica, porque esto es para una familia medio-acomodada y con buena educación; o sea, que también deben reunirse cualidades en la casa donde esté el alumno). 2) Mejorar infraestructuras, para una mejor acomodación al medio.

En nuestro Conservatorio:

1) Condiciones de: infraestructuras de edificios, ubicación de estos para acceso y salidas de los mismo. Buenos medios, bibliotecas, centros/cabinas de estudio en condiciones, útiles en buenas condiciones...

2) Que no hayan profesores no especialistas de cada asignatura, por ejemplo: "yo soy profesor de tal y tengo que dar una asignatura que no es la mía". No lo veo bien, aún teniendo vaga información docente para ello. Es mejor ser buen conocedor o especialista en dicha cuestión porque se va a agrandar en profundidad.

Anónimo dijo...

Quiero comenzar diciendo que estoy totalmente de acuerdo con este profesor y su opinión con respecto a la nueva ley de incentivos. En cuanto a la pregunta de si la postura de este profesor es radical, yo diría que de ninguna manera, porque con esta ley de incentivos se van a crear más problemas de los que se van a solucionar.

El problema más grande y por el que se ha hecho, en teoría, esta ley es que el nivel educativo es bastante bajo en los centros educativos. Pues bien, en mi opinión, lo primero que debería cambiar o modificar es el hecho de que un alumno que tenga suspensas dos asignaturas pase de curso. Tendrá que estudiarse si pasar con una asignatura pendiente, o dos con alguna condición, o algo más restrictivo.

Y después está el tema de cómo afectará a los profesores esta nueva ley. Si yo fuese profesor estaría indignado de que se hubiese aplicado esta ley, porque como bien dice el profesor del artículo, es un soborno refinado. Y si con esta ley se consiguiese que los alumnos obtuviesen mejores calificaciones pues muy bien, pero en mi opinión no creo que se consigan mejores notas con esta nueva ley, ya que la mayoría de las veces no depende del profesor que un alumno sepa más o menos.

El dinero que se va a emplear en pagar a los profesores que se acojan a esta ley y cumplan todos los requisitos, estaría mejor empleado en la modificación de los centros educativos, dotándolos de mejores infraestructuras y medios para que los profesores puedan impartir sus clases de la mejor manera posible, y así también se motivaría a los alumnos consiguiendo mejor rendimiento.

Otro problema que hay con esta ley, es que el tema de puntuar un examen o calificar a un alumno es bastante difícil y subjetivo. Por tanto, si para concederle al profesor el incentivo el alumno va a tener que pasar un examen, el profesor que corrija este examen tendrá una opinión sobre el conocimiento de ese alumno que puede ser diferente de la que tenga su profesor. También existe otro problema en los conservatorios ya que el mismo profesor difícilmente esté tres años con un mismo grupo de alumnos porque las asignaturas están estructuradas en dos años, con lo cual es más difícil aplicar esta ley de incentivos.

En mi opinión, el problema también está en la falta de autoridad que tienen algunos profesores en algunos centros. Si un profesor no tiene autoridad sobre sus alumnos difícilmente podrá impartir clases como él sabe. Para que no haya tantos problemas de fracaso escolar en la edad adolescente lo que se debe hacer, según mi opinión, es arreglar todo el sistema educativo pero desde abajo, desde la primaria, para que los profesores de la ESO no se dediquen a educar, que en parte también deben hacerlo aunque esta tarea le corresponde más a la primaria, sino que se dediquen a enseñar y a motivar a los alumnos para crearle una curiosidad por el saber y no por aprobar y pasar de curso.

Decir que cada vez que pienso más en esta ley salen más lagunas y más problemas, con lo cual pienso que una ley así no funcionará todo lo bien que debería funcionar una ley, sobre todo educativa, ya que está en juego el futuro de los alumnos.

Anónimo dijo...

En lo referente al comentario de ese artículo, creo que el autor hace una valoración con respecto a dos aspectos bien diferenciado. En primer lugar, apunta la excesiva burocracia en torno a la actividad docente que, en ocasiones, impide una óptima preparación de la exposición de las clases. En mi opinión, dicha consideración no es exagerada, se sobrecarga la actividad de un docente con un elenco de reuniones, revisiones y planes educativos, que en mi opinión, dispersan a menudo los objetivos y los medios a cumplir, en el trazado de una programación o un proyecto didáctico. Creo que es positivo el hecho de incentivar el centro educativo como lugar de formación e información en el desarrollo humano-educativo de los alumnos, pero el hecho de sobrecargar al docente con la responsabilidad exclusiva, motivación y puesta en marcha de este tipo de parcelas me parece restar tiempo a su esencial tarea.

Con referencia a la Orden de Incentivos, creo que los interrogantes planteados por el autor son muy acertados. El hecho de tacharla de "insultante" me parece comprensible dado que parece que el fracaso escolar se debe exclusivamente a la incompetencia por parte de los profesores. Además de hacer efectiva, amén de achacar los óptimos futuros resultados a los intereses económicos del propio profesorado, creo que el acogerse o no a esta medida traerá consigo la división de opiniones, la incredulidad ante la exposición de resultados y las lógicas tensiones en los claustros.

Desde mi humilde juicio, este Plan de Calidad trazado por la Junta vuelve a ser, a nuestro pesar, otro intento agónico y una escapada fácil ante los evidentes datos de fracaso escolar. Creo que resulta algo precipitado este tipo de planteamiento, y creo que cualquier tipo de iniciativa como ésta debería partir de un análisis sincero y y objetivo de la realidad. Todo esto teniendo en cuenta además, que partimos de un presupuesto en el que todavía no se han evaluado en profundidad los resultados de reformas educativas anteriores (valga LOGSE). Además opino, que se hace oídos sordos a parte de la realidad imperante actualmente en las aulas; a saber, la falta de autoridad por parte del profesorado como por ejemplo. Creo que sería mucho más productivo y motivador garantizarle a los docentes unas garantías mínimas a la hora de impartir sus clases que un incentivo artificioso y polémico, que a mi opinión, desfigura la imagen vocacional del educador.

Como posibles soluciones o medidas, creo que es importante que se rescaten los verdaderos roles en la relación profesor-alumno en la que convivan el respeto y la motivación. Por otra parte, centrar las inversiones en los medios necesarios para incentivar la motivación del alumno (equipos, aulas, tecnologías...). Pero creo, que en un plano mucho más esencial, tenemos que apostar por una educación en valores, donde la educación sea vista como el anclaje esencial en la formación humana del individuo. Con referencia al conservatorio, creo que una medida esencial sería la adecuación de instalaciones y la inversión en medios, así como un incremento en la plantilla de docentes que garanticen una educación óptima.

Anónimo dijo...

Aunque este tema creo que es bastante complejo, en general estoy de acuerdo con el planteamiento que nos da este profesor, aunque con algunas discrepancias.

Es cierto que la solución para mejorar la calidad de la enseñanza en Andalucía no pasa por sobornar a los profesores con dinero y lo puedo entender. También es cierto que las medidas que adopta el Gobierno andaluz casi siempre es para empeorar la situación, pero quizás parte de que la culpa sí sea de los profesores. Evidentemente generalizar nunca va a ser acertado, y menos en esta ocasión; hay muchos profesores buenos en Andalucía, y que aunque somos estadísticamente los peores de toda Europa, tenemos muchos pedagogos que están al mismo nivel que en el resto de Europa, e incluso en los últimos años en el caso de la música hay muchos jóvenes que están recibiendo formación en las principales instituciones mundiales (por ejemplo, Royal College of Music, Manhattan School of Music) y son españoles, también andaluces, y esto no se dice nunca.

Ahora bien, también tenemos muchos profesores malos, y esto es una realidad, políticamente incorrecta pero cierta. Hablo de mi caso en concreto: he tenido profesores buenísimos, que me han marcado, tanto a nivel profesional de la materia determinada como persona. Pero, desgraciadamente, también he tenido que soportar a profesores que cada dos semanas se daban de baja, no se preparaban las clases, "pasaban" de sus alumnos, y que en E. Primaria es demasiado habitual. Si tuve dos profesores (bueno, maestros mejor dicho) bueno, y que se tomaban en serio su trabajo, tenían MOTIVACIÓN (algo que en esta rama es algo casi anecdótico) tuve otros ocho profesores que pasaban de nosotros y no enseñaban nada, sólo leer el periódico, y no es broma.

También, en el caso de la música, esto no es así, pues en general hay mucha motivación.

Por último, en cuanto a las medidas, suprimiría este incentivo para crear un órgano que controlara y valorara a los profesores para intentar evitar sucesos como los anteriormente descritos, especialmente en Primaria, que es donde se forman las personas principalmente, mucha mayor inversión, para mejorar infraestructuras y un currículo más adecuado a las necesidades. Hacer medidas que fomentaran la motivación del profesorado y un sistema en el que se premiara la formación que ha recibido y su calidad.

En el caso del conservatorio (del nuestro), ¡tirar el edificio y hacer otro nuevo con unas clases adecuadas, pianos de cola Steinway y mejor dotación tecnológica!

Anónimo dijo...

La carta de este profesor me parece que contiene una excelente exposición de los problemas que están trayendo las diferentes iniciativas tomadas por la consejería de educación, en concreto la nueva Orden de Incentivos.

Para comenzar, he de mencionar que me encuentro completamente de acuerdo con el emisor de esta carta anónima. La postura que este hombre toma no se puede considerar radical, al menos bajo mi punto de vista, ya que simplemente nos muestra cómo es nuestra realidad, cómo son verdaderamente las cosas.

Centrándonos en la Orden de Incentivos, yo opino que no es una medida acertada puesto que si gracias a esta iniciativa comienzan a aprobar los alumnos "por arte de magia" los profesores deben reconocer que antes no lo hacían todo lo bien que podían, lo que es una vergüenza para ellos. Además, los alumnos pasarán de curso sin estar lo suficientemente cualificados y algún día si llegan a ser profesores, ¿qué enseñarán a los alumnos?

Todo ello, una vez más, para cambiar las estadísticas de este país.

Hay que reconocer que esta medida se ha creado (se supone) con la mejor intención para mejorar la calidad de la enseñanza, pero me parece una iniciativa demasiado radical. Lo considero un soborno y estoy segura de que muchos profesores también lo ven así, sobre todo los que tengan profesionalidad en su trabajo y los que aman lo que hacen. Es un insulto para estos educadores.

A la hora de mejorar nuestra calidad de la enseñanza estoy convencida de que hay muchas otras medidas que consigan un objetivo deseado pero que no tengan dinero de por medio, porque ya se sabe cómo actúa la gente por dinero y no es lo más acertado.

En lugar de motivar al profesor, se podría motivar también al alumno de muy diversas formas como por ejemplo, renovando las infraestructuras de los centros donde estudian, nuevos instrumentos que se puedan prestar a los alumnos, asignaturas interesantes a las que los alumnos asistan con gusto, etc. Pero todo esto supone un problema que siempre ha sido la astillita clavada en el Estado español: el plano económico. Hace falta mucho dinero para llevar a cabo estas medidas, pero al menos lo considero mejor que la Orden de Incentivos.

Anónimo dijo...

Creo que esta postura no es demasiado radical. Es lo que la mayoría de las personas piensan acerca de estos dos asuntos, al igual que yo.

Con respecto al enorme trabajo burocrático que tienen que llevar a cabo los profesores, estoy absolutamente en desacuerdo. Creo que estos deben llevar un control de la evolución de sus alumnos, pero no hasta tal punto de no dedicar el tiempo suficiente a preparar sus clases. Así, lo que el Gobierno considera como un bien para la educación, termina por perjudicarla.

Respecto a la Orden de Incentivos, opino que es una mala manera de mejorar los resultados obtenidos en el reciente informe PISA. Creo que estos se deben mejorar, indudablemente, pero no así. Si los profesores califican con mejores notas a alumnos que no han alcanzado los objetivos exigidos, y con un fin meramente económico, los que finalmente sufrirán los perjuicios serán los alumnos, y a la larga el propio país. Aparte de esto, como dice el docente, será un insulto para los profesores, ya que con esto reconocerán que con dinero pueden dedicarle más tiempo a sus alumnos y que tienen mucho tiempo libre.

Creo que el nivel de educación se podría mejorar por parte de los alumnos, los profesores y el gobierno, ya que se dan casos de alumnos que no estudian porque no quieren, de profesores que no le dedican el suficiente tiempo a sus alumnos porque no quieren y de un Gobierno que no le dedica la suficiente atención a la educación (falta de infraestructuras, de dinero, de profesores sustitutos que tardan mucho en llegar, de tiempo para poder asimilar los conocimientos exigidos en determinadas materias, etc.)

Todos estos problemas se solucionarían si el Gobierno dedicara más tiempo a la educación, ya que sin esta atención, no se pueden solucionar los problemas que existen en cada uno de los conservatorios.

Anónimo dijo...

En realidad es que hay tantos profesores que se impliquen con sus alumnos como rancios sin motivación y que por tanto no motivan a su alumnado.

Partiendo de este punto me parece razonable el plan de dar incentivos a aquellos cuyos alumnos aprueben en mayor número. Siendo así, los que carecen de motivación podrían hallarla en ese extrasueldo y los que ya la poseen pues nada más que seguir actuando como les resta, ya que un profesor que se entrega a su labor despierta el interés de sus alumnos por su asignatura y así habrán de aplicarse casi instintivamente. Profesor con motivación, alumnos motivados, mayoría o total de aprobados; esto es así clarísimamente, otra cosa son aquellos sin motivación pero al menos tienen la delicadeza de "pasar un poco la mano" y todos contentos para casa, ya que peores son estos desmotivados y que luego piden más de lo que ofrecen queriendo ver buenas notas en los exámenes (esto en el caso de estar establecido el plan de calidad, si no, ni eso les importa).

Respecto a lo que comenta el autor de la carta que dice que le parece insultante este plan porque deja entrever que está culpando a los profesores del fracaso escolar, pues mira que es evidente. Si en un concierto la gente se va a la mitad o no les gusta la obra aún permaneciendo hasta el final en sus asientos, la culpa qué es, del autor, del público o de los estímulos externos que influyen en el público incapacitándoles para comprender y apreciar la obra ¿? Venga ya, hombre...

Si todos los profesores disfrutaran con su profesión, su actitud sería muy positiva y sus alumnos recibirían esa positividad en forma de energía, ganas de saber, de mejorar, y como dije antes, sería cuestión de inercia prácticamente, mejor dicho, de lógica que esos alumnos motivados consigan mejores resultados que aquellos que no reciben ningún estímulo por parte del profesor.

Así pues, resumiendo: el dinero es un bien necesario y muy práctico y si un incentivo es la manera de levantar el ánimo de los profesores inanimados es algo triste, pero p'alante.

Obsérvese que en realidad no estoy en contra de lo que dice el autor de la carta pero quise ver las cosas desde otro prisma y estos fueron mis primeros pensamientos.

Anónimo dijo...

En este último texto se presenta un docente mostrando cada una de las obligaciones "aburridas" que están teniendo que asumir cada uno de los profesores a lo largo de su docencia.

Es cierto que entre la opinión de la sociedad siempre circula la expresión de que "los maestros, anda que no viven bien, están todo el día de vacaciones".

Cierto es que, al igual que el alumnado, los profesores también se marchen de vacaciones, pero y ¿todo el trabajo "sucio o extra" además de la preparación de las clases?

Es estupendo renovarse e ir a la última en tecnologías, nuevas energías, planes de igualdad, planes TIC, pero resulta imposible poder llevar un diario puesto al día de una asignatura, ya no sólo por parte del profesor, sino que con la cantidad de alumnos que tiene de media un docente, resultaría casi imposible poder controlarlo todo tan detalladamente.

Además, con tanto control de evaluciones, criterios de evaluación, procedimientos, actitudes, conceptos... ¿dónde está la libertad de cátedra? ¿Es que no nos damos cuenta de que con tanto control y papeleo burocrático estamos quitándole horas de dedicación a la preparación de la docencia de un profesor? Y encima, después nos quejamos de que el nivel educativo español es muy bajo...

Deberíamos luchar por conseguir profesores docentes, dedicados a la tramitación de sus conocimientos a sus pupilos y no tratar con profesores-administrativos, que en sus ratos libres optan por preparar sus clases docentes.

De esta forma, no considero demasiado radical la postura del profesor, es más, es la pura realidad, el día a día del docente.

Respecto al nuevo plan de Calidad de Enseñanza de Andalucía, creo que ahora mismo es un error. Podría llegar a ser muy útil, pero en la actualidad, cumple con numerosos errores y lagunas, como estuvimos hablando en clase.

El tema del complemento de productividad lo vería acertado en el sentido de una ayuda por un esfuerzo extra que realizas para el bien de tus alumnos pero si nos paramos a pensar, la labor principal del profesor es enseñar lo más y mejor posible a sus alumnos, conseguir su optimización como alumno, trabaja para ello y el triunfo de sus alumnos tiene que ser su primordial objetivo, por lo que sería injusto e innecesario este incentivo.

Esta decisión, podría contraer numerosos problemas en las reuniones y claustros de los profesores, disputar entre ellos pero ¿y la opinión pública? Se podría llegar a pensar que "los profes trabajan poco y además ahora para que se empleen más a fondo les dan dinero..."

Tal vez no nos hayamos parado a pensar, pero podría entrar en juego el chantaje de los alumnos pues si uno no quiere estudiar, no lo hará por muy buen profesor que tenga, además de perder la dignidad, como aparece en el texto.

Aunque a veces no lo queramos asumir, el dinero nos corromple, así que no creo que sea buena idea esto de los incentivos.

Finalmente, se podrían plantear una serie de posibles soluciones. Es complicado pero tal vez sería necesario partir de la base de diferenciar claramente el papel que juega cada uno y en cada momento: profesor-docencia, clases teóricas y prácticas; administrativo-temas burocráticos. Luego a lo mejor sería conveniente, para asegurar y garantizar una buena base, avanzar menos en cuanto a temario pero pararse más en los conceptos para afianzarlos, mejor que dar mucha materia pero sin acumulación. Es decir, mejor "calidad que cantidad".

Tal vez pueda ser éste uno de los principales problemas, la falta de base unido a la igualdad de criterios.

Este es un tema complicado y delicado del que podríamos estar hablando horas, por ello debería ser tomado en serio y poner las medidas necesarias para su mejora en marcha ya que serían, al final, los principales perjudicados, los alumnos, muchas veces junto a los profesores, que no tienen mucho que ver en el tema, son simples mandados, son esos, los de ahí arriba los que deben reaccionar y dotarnos de medidas solucionadoras.

José Ramón Pérez Saborido dijo...

Nos econtramos ante un artículo que refleja el absoluto descontento de un profesor que se siente totalmente desbordado por la parafernalia administrativa y burocrática que les persigue y que aumenta cada año.

No estamos siendo prácticos, y años tras años llenamos los libros de texto de más información, los planes de estudios tienen más asignaturas, los profesores tienen que realizar más papeleos y cada vez hay que dar más información de todo lo que se hace, además, extendiendose en todos los ámbitos de la vida. Por lo tanto, no estamos llegando a lo verdaderamente importante y a la esencia de las cosas.

Además, por si fuera poco, los flamantes señores que dirigen nuestra educación no hacen otra cosa que inventar "Planes de Calidad" que no llevan a ningún lado, ya que no es algo generalizado para todos los centros, sino que unos centros se adhieren al plan de igualdad, otros a los proyectos TIC, otros a los planes de autoevaluación y mejora, etc; y de este modo lo que provoca es una mayor competencia tanto en el ámbito interno como externo de los centros y que los alumnos y profesores no estén en igualdad de condiciones en un centro y otro. Y por si fuera poco todo esto, aparece el famoso "sistema de incentivos" para encrudecer aún mas todo esto y que se ponga la educación en manos del dinero, sin duda, algo escalofriante.

En conclusión, opino que todo esto lo que conlleva es a una peor educación, ya que es verdad que los profesores tienen más vacaciones que si trabajaran en otro sitio, pero un verdadero profesional de la educación prepara su trabajo en casa y cada día intenta aprender algo nuevo, por lo que sus horas de descanso no son tan extendidas; y tanta burocracia entorpece en gran medida su trabajo.

Anónimo dijo...

Sin lugar a dudas, las afirmaciones de este profesor, no las considero ni mucho menos exageradas, pues lleva toda la razón al afirmar que, por culpa de papeleos innecesarios, se pierda tanto el tiempo en abordar temas que son totalmente prescindibles a la hora de educar, y que no reúnen ninguna aportación práctica, que es al fin y al cabo, el objetivo principal de la enseñanza. Por ello, tal como afirma el fragmento, resta tiempo en el que pueden dedicarse los profesores a elaborar proyectos y mejoras en su sistema educativo, para impartir sus clases día a día de la mejor manera posible.

La primera Ley de Educación entró en vigor en Andalucía con el objetivo prioritario de mejorar los rendimientos escolares del alumnado, favorecer el éxito escolar de éste y, en consecuencia, el aumento las tasas de escolarización en las enseñanzas postobligatorias. Estos planteamientos son magníficos si no fuera por el hecho de que apuntan como principales causantes de los problemas escolares a los profesores, algo totalmente injusto a mi parecer dado que ellos no tienen la culpa de estos numerosos cambios que se dan en nuestro sistema educativo y que en la mayoría de los casos son totalmente innecesarios.

En cuanto a mí, estoy de acuerdo al igual de multitud de personas en que es una ley discriminatoria pues atenta contra principios básicos de la enseñanza pública y afecta de forma negativa a su personal docente. Discrimina a los interinos, a las mujeres y a los enfermos puesto que se cobra en función de días trabajados.

Todo esto es nefasto, pues el profesorado andaluz constituye la base en la que se sostiene el sistema educativo y no podemos olvidarnos de que las escuelas y los institutos funcionan porque miles de maestras y maestros, de profesoras y profesores de secundaria se están dejando cada día la piel en el intento, muy a pesar de todas las barreras que cada vez que se reforma una ley, les impone la Consejería.